Por Ruth Vega Donoso, Presidenta del Consejo Regional de Atacama.

El fallo del Tribunal de Medio Ambiente contra Pascua Lama, decretando el cierre total de las faenas por la contaminación de las aguas del río Estrecho y por poner en riesgo la salud humana, entre otros daños colaterales, es un tema no menor y a tener en cuenta entre quienes tengan interés en explotar nuestros recursos naturales.

El crecimiento y desarrollo productivo hoy no se concibe sin el cuidado, respeto y protección de nuestro medio ambiente y sus comunidades. Es en este contexto que, hace menos de dos meses, se decretó el humedal de Carrizal Bajo “Santuario de la Naturaleza”, clara señal de dirigir la mirada y voluntad hacia la protección de los ecosistemas.

Atacama aparece como una región con fatales consecuencias producto del calentamiento global y cambio climático; con dos aluviones, ambos en menos de cinco años. Estas consecuencias fueron acogidas en uno de los cuatro ejes de la Estrategia Regional de Innovación, “agua, sustentabilidad y cambio climático”, siendo destacados como prioritarios para la región.

Del mismo modo, como Consejo Regional estamos abocados en dirigir la inversión a iniciativas de alto impacto y por el bienestar de zonas de gran riqueza natural. Destacar la aprobación de recursos FNDR, para el programa de humedales costeros de Atacama, que lidera la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente, considerando que los humedales aportan en descarga de acuíferos, refugio de vida silvestre y recreación turística, entre otros aspectos.

En el ámbito de la sustentabilidad, vemos cómo Atacama se ha convertido en la región con más capacidad instalada de energías renovables, – mediante proyectos fotovoltaicos y eólicos-, no sólo a nivel país, sino también de América Latina.

Amerita también, valorar las comunidades con actividad rural alimentaria, aportando al turismo, a la economía local y como una forma sustentable de lograr permanencia de territorios únicos. Por eso, nuestro norte es resguardo ambiental y apoyo con recursos, para seguir avanzando en iniciativas que aprecian las riquezas naturales de Atacama como los humedales del río Copiapó; Totoral; la desembocadura del río Huasco y; Carrizal Bajo, este último aprobado con recursos CORE.