Por Ruth Vega Donoso, Presidenta del Consejo Regional de Atacama

Seguramente cuando Apolinario Soto, -descubridor del yacimiento de plata Tres Puntas-, construyó la Villa Viña de Cristo en 1860, más conocida como el Palacete de la Universidad de Atacama, nunca imaginó lo que estaba dejando a la historia de la región. Tras 160 años de aquello, hoy estamos prontos a ser testigos de la restauración de esta obra patrimonial de gran envergadura, cuyos trabajos se iniciarán en noviembre. Es por ello que, como Consejo Regional de Atacama, sentimos un gran compromiso por apoyar iniciativas que nos permitan como región y comunidad, valorar parte importante de nuestra cultura e historia.

Es en la Villa Viña de Cristo donde funcionó nuestra recordada Escuela Normal de Copiapó, donde en lo personal recibí mi título de profesora. ¿Cómo no sentirnos honrados de este capítulo para la educación pública de nuestra zona? Es aquí donde se formaron los docentes con una vocación inquebrantable, con ese ímpetu por enseñar y formar a nuevas generaciones de futuros profesionales. Tiempo después, en 1976, este lugar es vendido a la Universidad de Atacama y es ocupado por la Facultad de Humanidades y de la rectoría, casa de estudios superiores que ha sido clave en su aporte académico e investigativo para nuestra región.

Mediante la aprobación de recursos que realizó este Consejo Regional de Atacama, por más de 2 mil millones de pesos, del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, FNDR, del Gobierno Regional, es posible que se pueda materializar este proyecto a cargo del MOP Atacama. Hoy las labores son necesarias ante el evidente deterioro de su estructura producto del tiempo y de los movimientos telúricos que han ido debilitando su funcionamiento. Las obras de conservación y rescate de su patrimonio estarían finalizadas el segundo semestre de 2022. Un edificio histórico, con gran riqueza arquitectónica que no debemos pasar por alto pues en él se plasma parte invaluable de nuestra zona.

Nos parece, en definitiva, como Consejo Regional, que el Palacete de la Universidad de Atacama logra redimir la identidad regional al jugar un papel esencial por su valor patrimonial e histórico. Junto a ello, la impronta que otorgará al lugar, una vez finalizados los trabajos, generará, adicionalmente, interés turístico a Copiapó y la región. Su importancia perdura en el tiempo.