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Por Ruth Vega Donoso, Presidenta del Consejo Regional de Atacama.

Estamos abocados a atender proyectos de gran envergadura que permitan seguir creciendo como región. Hoy vivimos momentos cruciales, donde la incertidumbre es lo único claro. Esta pandemia ha provocado una crisis económica y social que, como Consejo Regional, nos tiene concentrados en realizar un arduo trabajo para enfrentar, además, un desempleo del 11%. Por ello, hemos priorizado recursos no sólo para iniciativas sanitarias y alimentarias, sino para proyectos que nos permitan seguir creciendo como región.

Una de estas iniciativas es el edificio consistorial para la Municipalidad de Tierra Amarilla y hoy, el acuerdo unánime del Pleno, para financiar el nuevo Museo Regional de Atacama, aprobando un adicional de recursos FNDR por 1.952 millones de pesos. Esta es una obra emblemática para el Gobierno Regional y para los Consejeros Regionales, por el gran impacto que tendrá para sus habitantes y para el desarrollo de la región.

Atacama posee una de las historias más potentes del país, que comienza con la domesticación del territorio por los primeros habitantes en el período Paleoindio, para continuar con la evolución de los pueblos originarios. Historia se ve reflejada en las colecciones arqueológicas que contiene el Museo Regional.

No podemos obviar los inicios de la historia con la toma de posesión de Chile y principio de la era moderna (26 octubre 1540) dando paso al día de Atacama. ¿Cómo dejar de lado la historia minera? financió la Independencia de Chile o, el Chañarcillo que permitió la organización de la República y el Estado. El Primer Ferrocarril entre Caldera y Copiapó (1851); La Revolución Constituyente (1859) de Pedro León Gallo. ¿Cómo dejar de lado la aparición de grandes mujeres? como el caso de Rosario Orrego, periodista y primera mujer reconocida como Académica en Chile; o Mercedes Fritis Mackenney, Directora del Liceo de Niñas de Copiapó, primer establecimiento en Chile para señoritas.

Este patrimonio necesita un lugar donde exponerse y dicha construcción, – que se ubicará en Alameda 265-, diversificará la matriz productiva de la región, potenciando el turismo de intereses especiales. Además, dará trabajo a atacameños, quienes con orgullo levantarán un edificio que ponga en valor el riquísimo ejemplo que nos legaron nuestros antepasados.

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